enero 19, 2010

Perdió «la Nana» ganó el Patrón
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por Marcelo Morales Navarro
Puerto Montt, enero 18 de 2010

Haciendo un juego de palabras con la derrota de la exitosa película chilena en los Golden Globe protagonizada por Catalina Saavedra y el resultado de la elección presidencial deseo plasmar un sentir del mundo concertacionista de base, los que siempre han estado y a los que jamás los ha movido la intención de ser contratados en «puestos de confianza».

La mística del año 88, los peligros de las campañas presidenciales anteriores, donde a varios nos fueron arrebatadas violenta y traumáticamente por militares nuestras triunfales banderas fueron enterrados el día de ayer. No se si para siempre pero ese corazón puesto en cada actividad, en los desaparecidos “meeting”, en interminables noches de pintura y emocionantes “puerta a puerta” donde sólo habíamos voluntarios comprometidos que jamás recibimos un pan con mortadela ya forman parte del pasado.

Hoy los ideales cambiaron y mis mejores amigos, los que conocí siendo Oposición a la Dictadura y con los que nos ayudamos mutuamente a arrancar de los pacos por la cuesta de Dimarsa ya no están, o si están trabajan en un edificio muy alejados de la gente, ahora hay que pedirles una audiencia que casi nunca llega.

La base concertacionista fue un mar humano de ideales, valores y trabajo que logró cambiar el país del miedo y la desolación por un espacio de libre pensamiento donde hoy, hasta el más ferviente admirador del dictador, el más hipócrita empresario es elegido Presidente de Chile y sus seguidores parecen ser blancas palomas que sólo esperan lo mejor para el país y que su discurso es recogido y amado por las mismas personas que nosotros teníamos de aliados. El trabajo social de la UDI con su slogan de partido popular caló hondo en poblaciones pobres donde hace ya tiempo lucían en sus techos rotos y afirmados con piedras banderitas azules y amarillas que anunciaban que se vendría un cambio y donde nosotros nos dejamos de aparecer.

Y ese cambio llegó, avisó mucho su llegada y a mis amigos los sorprendió en “puestos de confianza” haciendo un buen trabajo administrativo pero muy alejados de las bases que sin recibir la audiencia solicitada fueron en búsqueda de otros personajes que recogieran sus inquietudes, que escucharan y canalizaran sus demandas. Si el trabajo social se hace bien y se toman como ejemplo las acciones venidas desde la misma Presidenta, la más exitosa de estos cuatro Gobiernos el resultado hubiese sido otro y tal vez no hubiera sido necesario que sacrifiquen todos los sábados de hace tres meses recorriendo poblaciones que ni siquiera sabían que existían.




En 20 años de Concertación Chile cambió y lo hizo positivamente, hoy tenemos un país maduro que conoce los resultados de una elección, aunque sean negativos, mas temprano y sin mayores traumas, que respeta las libertades individuales, que consagra el derecho a no estar de acuerdo, que abre el debate sobre temas valóricos que tiempo atrás era impensados. Chile cambió socialmente pero los amigos de antaño se mal acostumbraron a convivir sólo entre ellos y no volvieron a las poblaciones. La mística fue desplazada por el tecnicismo y la maquinaria interna le ganó a la interacción con las personas.

“Espera; que el Director esta ocupado con alguien importante…” Lo sé pero él me conoce, si en la campaña recorrimos poblaciones juntos”;- dice que está ocupado…-

Si esa es la respuesta para alguien conocido me imagino cual sería para quien pensó que con su voto de apoyo el trato sería especial y sus problemas serían oídos.

La base Concertacionista está dolida, pero está con la frente en alto y con las mismas fuerzas que el año 88, la única diferencia es que con 20 años más se siente mas madura y veo muy difícil que siga a los mismos líderes de antaño. Veo mas complicado que luche por utópicos cambios que no incluyan lo que en este tiempo se excluyó. Siento que las cúpulas partidarias ya cumplieron su etapa y la terminaron mal. Hoy la base concertacionista requiere una renovación inmediata e integral dando paso a generaciones más preparadas, libres de vicios y con ideales renovados, que han vivido este cambio de Gobierno a Oposición de manera mas tranquila sin intereses personales ni afanes monetarios. Es tiempo que las juventudes partidarias tomen el espacios que dignamente se han ganado y que esta participación sea capaz de motivar a una población dolida, desencantada y no oída.

Hoy mas que nunca debemos reforzar los lazos, aprender de los errores y reafirmar lo positivo. Hoy somos parte de un Gobierno social reconocido por la mayoría de chilenos y eso nos demuestra que pese a una descarnada globalización a la proliferación de personas individualistas y a la rotura del concepto social es posible la participación, es posible una oposición que se mueva por los nuevos excluidos dejando a un lado intereses personales. Tenemos la gran oportunidad de volver a ser oposición y si años atrás lanzábamos piedras hoy debemos lanzar ideas, si en el pasado nuestro norte fue la lucha en el centro hoy la debemos dirigir hacia las poblaciones; con la humildad de ciudadano y no con la altanería de un asesor o de un Director de Servicio.

Perdió la Nana; ganó el Patrón y la diferencia entre ambos sigue siendo tan sustancial como posible de acortar.

1 comentario:

Bufoland dijo...

Mi gran amigo Marcelo me pidió publicar esta reflexión. Los invito a leerla con criterio con tolerancia, hay cosas en que coincideromos, y por supuesto otras en que discreparemos...