julio 24, 2020

131° Día de Cuarentena: Donar Sangre es Donar Vida - Crónicas del COVID-19
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Viernes 24 de julio de 2020.

Hoy fui a donar Sangre. Creo que ya habían pasado como 2 años de la última vez que me habían llamada de La Casa del Donante para donar sangre.

Entre las personas que me atendieron conversé con una laboratorista, pues a ella le dió la curiosidad de saber qué hacía un Ingeniero Acústico. Como siempre te hacen un cuestionario con datos como nombre, rut, celular y otros datos de contacto y además otras preguntas más intimas. Había algunas preguntas que me hicieron antes y ahora no, antes por ejemplo preguntaban si había tenido relaciones homosexuales. Ahora preguntaron por ejemplo si había tenido contacto con alguien contagiado con COVID-19 y me llamó atención que me preguntaron si había estado en contacto con vacunos.

También conversé con la sra. que me sacó sangre y que era de Santiago a quien le pedí que me saque unas fotos.

Me sorprendí al ver la bolsa con la sangre me sacaron. Se veía hinchadida y eso que eran 450 ml.

Siempre hay escasez de Donantes de Sangre y más ahora con esto de la Pandemia. Acércarte a algún Banco de Sangre en tu comuna y haz tu aporte. En Puerto Montt por ejemplo tenemos La Casa del Donante (Centro de Sangre Austral) ubicado en Urmeneta 581, Puerto Montt (Tel: + 961212683, e-mail: promocioncdd@ssdr.gob.cl).

Escabuyéndome del Control Sanitario

En la tarde, me fui a Osorno. Cuando llegué al terminal resulta que le estaban pidiendo un código QR de Salvoconducto a todos los pasajeros a la bajada del bus. No tenía idea. Me bajé pensando que habían Pakos o Milikos controlando pero no. Habían un par de señoritas con una unos chalecos de gobierno (seguramente del Servicio de Salud) escaneando los códigos QR que los pasajeros tenían en sus teléfonos. El auxiliar había ya sacado todo el equipaje, así que tomé mi carrito, me acerca a estas srtas. que estaban rodeadas del resto de los pasajeros. Sigilosamente me puse detrás de ella miraba lo que tenían en los tableritos archivadores que tenían con documentos. Seguí rodeando al grupo haciéndome el weoncito, luego me alejé un poco y me quedé al lado de un caballero que vendía alfajores y wafles. Luego el caballero empezó a caminar hacia otras andenes, caminé con junto a él lentamente atento a que alguna de las fiscalizadora u otra persona se percatara que me estaba escabullendo. Me metí al interior del terminal, seguí caminando atento pasé junto a unos pakos y unos milikos y finalmente salí del terminal, una vez fuera aceleré y me alejé lo más rápido que pude. Cuando vuelva a Puerto Montt me bajaré antes de llegar al terminal, no quiero que ser tan vigilado y que tracen mi ubicación. Claro que con el celular aunque desactive la ubicación de todas maneras queda un registro de desde que antena de me estoy conectando a la red de celulares, sobre todo si hago o recibo llamadas.


El las calles de Osorno me encontré con un perro callejero con chaleco, con la leyenda «Super Kiltro, abrigando a un callejero». Al parecer es una campaña nacional.

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.


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