La conectividad por su puesto trae beneficios, pero también crea nuevos espacios para personas, que hay que reconocerlo muy ingeniosas, ocupan su inteligencia para conseguir dinero a costa de otras más inocentes.
Por más que se publique en distintos medios las nuevas formas de estafar que aparecen en el mundo delictual, la gente no se pone atención e igual cae en ellas. Por estos días ya hemos sabido de varios casos en que llaman a algún familiar e inventan alguna situación urgente de la cual el afectado sólo puede escapar pagando una buena cantidad de dinero. Los familiares desesperados creen el cuento y acceden a las peticiones de los estafadores.
Una manera de proteger a las familias de esta trampa psicológica podría ser la siguiente:
En todo grupo familiar se debería tener algún santo y seña para emergencias.
Ejemplo: En una reunión familiar, se toma el acuerdo de que el santo y seña en caso de emergencias es: «Conejo Verde»
De esta manera el día menos pensado llaman a la casa y dicen que Jorgito está en problemas y requiere de una suma de dinero. Me dicen que Jorgito no puede hablar, entonces insistimos, y preguntamos cuál es el santo y seña?
Obviamente no van a saber y hasta ahí no mas llega la estafa.
También se podría preguntar algo que solamente el afectado podría saber, como por ejemplo ¿Como se llamaba su primer perro? o ¿de qué color era tu mochila de colegio?.. etc...
Se podrían combinar además ambas preguntas.
Esto además ayuda a la unión en la misma familia. Se podrían tener claves para cada miembro familiar, y ampliarlas (con otras diferentes) a los tíos, abuelos, primos, mejores amigos, etc.
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