El lunes un duende me hizo una zancadilla. Fue super extraño iba bajando por un rampla de como un metro cuadrado cuyo único fin es conectar el desnivel de la salida de un local de pizza con la vereda. La rampla tenía como metro cuadrado de superficie y unos 10 cm. de espesor. De pronto sentí que mi pie se enredó y me fui al suelo. Lo raro es que no vi con qué se enredó mi pie.
A pesar de que no fue una gran caída quedé con varios moretones en las piernas y un codo al golpearme en el cemento. No supe además cómo me hice dos cortes en el dedo meñique. Fue como si me hubieran hecho tropezar y me hubieran pegado golpes y un par de cortes.
¿Casualidad? quien sabe.
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